Al relatar
sobre el desarrollo de la ética dentro del campo gerencial es relevante destacar que desde la antigüedad ya se habla
de la importancia de la ética como una
disposición que repercutía en bien de la sociedad, así como su casa, haciéndolo
de una forma que logre ayudar a los suyos. En Venezuela el soborno es pieza de
un proceso histórico moderno desde la colonia, con mañas de contrabando,
quiebra y peso deficiente en las mercancías.
La Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, bosqueja en su declaración de principios elementos demostrativos de
la realidad como la responsabilidad social, los derechos humanos y la ética,
por ende, estos módulos corresponden verses manifestado en el contexto
organizacional y cada empresa estará obligado formarlos suyos y notificar de
estos por ser parte de la sociedad. Las organizaciones deben ocuparse en principios y valores, los cuales establezcan
sus acciones y todo el contexto organizacional sin importar su misión y visión.
El objetivo no es la práctica sino las proposiciones
sobre la práctica; asimismo es triste que opinara de una cultura venezolana la
mayor parte de las características que aportan resultados infortunada para una
buena organización.
Igualmente, aproximarse a las dificultades éticos dentro de las
organizaciones es una circunstancias bastante complicada, ya que las funciones
están ejecutadas por personas que muestran reveladoras ante la sociedad, y en
el caso de Venezuela, tal se ha visto anteriormente, coexisten indiscutibles peculiaridades
que dificultan un incremento en el campo laboral.
Últimamente, el compromiso convendría comenzarse desde
una nueva apariencia, donde la organización se evolucione en un lugar de ejecución
y no en una importunada carga de compromiso
y desempeño, es decir donde el sumiso y cada acción sean para un buen empeño.
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